domingo, 1 de noviembre de 2020

Relato: Mi reflejo

Hoy inauguro una sección muy especial para mí: A partir de hoy, todos (o casi todos) los domingos voy a subir un relato mío. Me parece la forma ideal de ir perdiendo la vergüenza de mostrar lo que escribo, y de recibir feedback sobre mis relatos. 

Muchas gracias por estar ahí, por leerme y por comentarme. Cualquier opinión que me hagáis será más que bienvenida, la mejor manera de aprender y de ir mejorando son las críticas constructivas, así que que no os dé miedo comentarme, incluso si no os ha gustado el relato, de verdad que voy a agradecer muchísimo lo que me digáis. Sin insultos, eso sí (lo digo por si algún hater llega aquí por casualidad). ¡Espero que os guste!




MI REFLEJO

Ayer salí a las tantas de la oficina. Era tarde y estaba cansado, así que conduje rápido. El semáforo se puso en rojo. Aceleré: quería llegar lo antes posible a casa para tirarme en el sofá, cerveza en mano. De pronto, un ciclista se cruzó delante de mi coche. Frené de golpe, pero no pude evitar el impacto: el ciclista salió volando y se estampó unos metros más adelante. Me quedé paralizado, mirando la posición del cuello del chico, en un ángulo imposible, en un cuerpo demasiado inmóvil. Lo estuve observando un buen rato, hasta que no lo soporté más y aparté la vista. 

El espejo retrovisor mostraba lo solitaria que estaba la calle detrás de mí. De pronto, ya no vi la calle, el espejo proyectaba mi rostro. Sentí cómo mi corazón daba un latido de menos: mi boca estaba sonriendo. Una sonrisa cruel, radiante, feroz. Me toqué la cara, para comprobar si era producto de mi mente. Y mientras mis dedos exploraban mi boca, mi reflejo guiñó un ojo. Cerré los ojos, y los mantuve apretados durante lo que me pareció una eternidad. Cuando volví a abrirlos, arranqué el coche y hui de allí despavorido, sin volver a mirar ni una vez el espejo retrovisor.

Cuando llegué a casa, repetí sin pensar el ritual que hacía cada día: cerrar con llave, dejarlas en el colgador, quitarme los zapatos, mirarme en el espejo de la entrada. Y ahí estaba mi imagen: sin esa sonrisa, pero también sin ojos. En su lugar, había dos pozos negros. 

Fui corriendo al baño y vomité todo el almuerzo. Me lavé la cara y, al levantar la vista, mi reflejo me devolvió la mirada. Sin duda, ahora sí era mi rostro: mis ojos marrones, mi pelo rubio, mi lunar encima de la ceja izquierda, mi nariz aguileña. 

Me toqué la mejilla derecha, y mi eco se tocó la mejilla derecha. Me abofeteé, y mi imagen en el espejo también lo hizo. Solté el aire que había estado conteniendo. Seguí mirándome, para comprobar que era yo, que ya estaba todo bien. Y entonces me fijé en mi lunar. Había algo en él que no cuadraba. Lo observé, pero no vi nada raro: era mi lunar, el que me acompañaba desde el día en que nací. Me acerqué más al espejo: misma forma, color, tamaño. ¿Por qué sentía que algo no encajaba? Acerqué mi mano lentamente al espejo, sentía la necesidad de tocarlo, de corroborar que todo estaba bien. Mientras mi mano acortaba la distancia y lo tocaba, mi cerebro por fin comprendió qué fallaba: el lunar estaba sobre mi ceja derecha, no sobre la izquierda. 

Pero ya era demasiado tarde: en cuanto mi mano tocó el espejo, mis dedos sintieron tal frío que pensé que se me estaban congelando; ojalá hubiera sido así. El frío se fue extendiendo por mi brazo. Intenté despegar los dedos del cristal, pero ya no era dueño de mi mano. El hielo me recorrió los hombros, bajó por todo mi cuerpo y luego volvió a subir, congelando mi cuello y mi cara, hasta llegar a los ojos, los cuales se volvieron azules, de ese azul tan intenso que siempre deseé tener. Me deslicé hacia el interior del espejo, y me sentí a mí mismo tocando un cristal caliente, rodeado de una oscuridad sombría y gélida que no dejaba espacio a nada más. 

Y aquí estoy ahora, observando, aguardando el momento para que vuelva a ser mi espectro en lugar de yo quien habite estas tinieblas. 
 

33 comentarios:

  1. Hola Teresa!
    Desde luego es un relato que no puede dejar indiferente. Buena elección para un fin de semana de Halloween. Me gusta tu estilo, como mantienes la intriga hasta el final y como has hecho que consiga darme miedo quedarme mirando al espejo...
    Esperando el próximo con muchas ganas. Ánimo con los relatos!!! Un beso enorme!!

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    1. Ay, Cris, muchas gracias, de verdad. Por tus palabras, por estar ahí animándome cuando me cuesta ponerme a escribir, y por apoyarme. Un beso enorme!!

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  2. Teresa, esta sección no voy a perdérmela. Y ahora voy a releer el relato.
    Besos.

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    1. ¡Gracias, Manuela! ¿Lo de releer el relato es porque no lo has entendido a la primera? 😂😂
      ¡Un beso!

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  3. Es estupendo, Teresa. Redondo y vibrante. Una sugerencia: y si empezase directamente con la frase “un ciclista se cruzó delante de mi coche”? Creo que es muy potente desde ahí. Es una humilde sugerencia, el relato está fenomenal. Enhorabuena.

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    1. ¡Hola, Pablo! Gracias por leerme y comentarme. No empiezo desde ahí porque no es lo mismo atropellar a alguien que se te cruza, que porque tú te saltes un semáforo. Un abrazo.

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  4. Primero te diré que a pesar de las fechas, no esperaba un relato tan siniestr viniendo de ti. Con lo dulce que eres y veo que tienes a una sádica dentro.
    Especialmente me ha gustado como has manejado las frases cortas, son latigazos que te hacen seguir leyendo con interés y también con recelo. Enhorabuena, no me perderé esta sección pero ya te aviso, esto que te sirva de entrenamiento que a mi los relatos se me quedan cortos.
    Un abrazo Teresa

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    1. ¡Gracias, Inés! Recuerda que soy Géminis, y que todos tenemos más de una cara, jajaja.
      Ya veo que, al igual que Carla, no te van mucho los relatos. Pero tranquila, estos textos van a ser principalmente de mis clases del taller de escritura, en lo que estoy trabajando ahora es mi novela 😊

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  5. Mamá 1 de noviembre de 2020,19:00
    Me ha impactado el relato,otra Teresa. Me gustó y me recordó a Alan Poe

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  6. Juas echaba de menos tus relatos! Solo una cosilla que sí salió a las tantas de la oficina ya no tendría mucho almuerzo para vomitar no?
    😋
    Por lo demás genial.
    Besote

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    1. ¡Muchas gracias, Fede! Ya, yo también lo pensé, pero merienda como que no me gustaba, jajajaja. Pensaré qué poner.
      Espero que estés escribiendo, eh. ¡Un abrazo!

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  7. Me encantó tu relato, me quedé con ganas de mas. Lograste que me asustara!!! A seguir Teresa!! Felicitaciones!!!

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    1. ¡Muchas gracias, Silvia! Me pareció ideal para Halloween, jeje. Un beso.

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  8. Felicidades por el relato de hoy y sobretodo por la sección que te enfrenta a un público tan despiadado. En primer lugar el relato me ha gustado es dificil decir mucho en poco espacio y me ha dejado ese sabor a Poe, sobretodo la reflexión final. Segundo decir que me apunto la cita para los próximos domingos. Besos

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    1. ¡Muchas gracias, Álvaro! No estáis siendo nada despiadados, jajaja. Me alegra la referencia a Poe, aunque él sea un maestro, jeje. Espero que los próximos también te gusten. ¡Besos!

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  9. Hola guapa, me alegro que des el paso de publicar tus relatos, no sé si has publicado más anteriormente, para mí es el primero que leo y no será el último.
    ¡¡Felicidades, te ha quedado genial!!
    Besitos.

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    1. ¡Hola, Raquel! Llevo escribiendo relatos bastante tiempo, pero es la primera vez que pongo uno públicamente, jeje.
      Me alegro de que te haya gustado. ¡Un beso!

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  10. Iniciando una etapa. Seguiré tus relatos. El de hoy era interesante, me recuerda cierto tipo de ciencia ficción próxima a la fantasía. Un beso, Teresa (para cuando consigas salir del otro lado del espejo). ;-)

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    1. ¡Muchas gracias! Vigila el espejo de tu casa, por si acaso 😉

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  11. Pues si así de bueno es el primero, imagina lo que está por venir. Me ha gustado mucho el golpe de efecto final y una cosa muy difícil, original.
    Besos

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    1. ¡Muchas gracias, Norah! Es el primero que publico, pero no el primero que escribo. Mis primeros relatos son de cuando era niña, miedo me da releerlos, jajaja.
      ¡Un beso!

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  12. Me alegro de que te animes. Me ha gustado, de vergüenza nada deberías tener porque escribes muy bien. Te mando saludos

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  13. ¡Olé! Estreno con relato escalofriante para practicar por todo lo alto el Halloween de este año (también terrorífico). Qué bien que te animes con este ejercicio de escritura, Teresa, ya verás como te vas soltando, todo es dar el primer paso. Un besote.

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    1. ¡Muchas gracias, Mónica! Una vez escrito, la verdad es que me pareció ideal para Halloween, jeje.
      Un abrazo.

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  14. Muy buen estreno Teresa! No me voy a perder ni uno solo de tus relatos!
    Un abrazo

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  15. Leído de un tirón, sin parpadear...Me quedo con ganas de más respecto al ciclista atropellado y que de alguna forma se imbricara en la transformación del personaje. Me ha encantado Teresa. Espero ansiosa el proximo

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    1. Jajaja. Como ciclista, entiendo que quieras saber más del pobre. Muchas gracias por leerme y comentarme 😘

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  16. ¡Imposible parpadear mientras se lee este relato!
    Muy bueno, me ha gustado mucho.
    Besetes.

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Me encantaría que me comentaras, en especial si has leído el libro :)

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