Título: Un océano entre tú yo
Autora: Alexandra Roma
Nacionalidad: España
Esencia, 2015
384 páginas.
Precio: 15 euros
Ebook: 4,74 €
Argumento (contraportada)
Hugo
Molina fue relegado de su puesto como oficial en la Unidad de Drogas y Crimen
Organizado (UDYCO). Los antepasados de Adriana Sierra cimentaron su fortuna
gracias al narcotráfico en Vilagarcía de Arousa. Su padre, alcalde de la
ciudad, pasa los días tratando de probar que la corrupción no se lleva en los
genes. Dicha actitud pone a su familia en peligro, por lo que la joven se ve
obligada a aceptar la protección de un guardaespaldas. Hugo no tiene problemas
para reprimir sus sentimientos hacia Adriana siempre que se mantengan a una
distancia prudencial, pero cuando ella le hace participar en la investigación
de la muerte de su hermana, el control se le escapará de las manos. A pesar de
que la primera regla de un escolta es no intimar con sus protegidos, el
amor no entiende de normas y los protagonistas de esta trepidante
novela se verán consumidos por las devastadoras llamas de la pasión.
Mi opinión
Conocí a Alexandra y sus novelas gracias a una amiga.
Leí su primer libro, Sangre y corazón (el cual, por cierto, fue mi
primera reseña) y me emocioné mucho con la historia, me gustó cómo narraba y
transmitía sentimientos con las palabras. Después leí Latidos de una bala. También me gustó, pero no tanto.
No por la manera de escribir, si no porque la historia se encuadraba dentro de
la juvenil romántica, y ese es un género que no me va mucho.
Y entonces llegó el libro del que hoy vengo a
hablaros: Un océano entre tú y yo.
También es romántico, pero mezclado con acción, intriga y unos toques de humor
que han hecho que su lectura fuese una delicia y me durase un suspiro.
Adriana Sierra tiene una familia muy particular: Sus
antepasados se hicieron ricos con el tráfico de drogas, y ahora su padre
Edelmiro es un político dispuesto a demostrar que él no es como ellos,
intentando erradicar la droga de Galicia.
Me hizo gracia porque ésa es la imagen (quitando los antepasados traficantes)
que tendría que tener un político: honesto, comprometido, trabajando por y para
los ciudadanos. Por desgracia, la imagen mental que nos viene cuando pensamos
en un político (o, al menos, la que me viene a mí) es la de un corrupto y
mentiroso más preocupado por mantenerse en el poder y sacar un dinerillo extra.
Que sí, que no son todos así, pero... Bueno, que me desvío. Mejor continúo
hablando de Adriana y su familia.
¿Conocéis el dicho de "En casa de herrero, cuchillo de palo"? Pues
eso pasó en la casa de los Sierra: Valeria, la melliza de Adriana, cayó en el
mundo de la droga, volviéndose una drogadicta. Un día se marchó, y no se volvió
a saber de ella hasta que apareció muerta en la playa.
Aunque el resto de la familia no tiene ninguna duda (su hermana mayor y mano
derecha del padre; Olivia, su hermana pequeña, caprichosa y adicta a las
compras; y su madre, quien desde la marcha de Valeria no ha sido la misma)
Adriana no se cree que su hermana se suicidase. Decide investigar qué fue lo
que realmente le pasó a su melliza con ayuda de Hugo.
¿Y quién es Hugo? Pues es el recién contratado escolta de Adriana. Son muy
diferentes, pero ya sabéis lo que dicen, los opuestos se atraen, y no tardarán
mucho en sucumbir a esa atracción. Y aquí está uno de los puntos fuertes de la
novela: A pesar de que la historia de amor sucede, para mi gusto, muy rápido, los diálogos entre los protagonistas son buenísimos,
chispeantes y con un toque de ironía que me hacían sonreír cada vez que se
lanzaban pullas entre sí.
Pero eso no es todo: al principio os hablaba de romance, intriga y acción. Y es
porque la vida de Adriana da un vuelco cuando se pone en contacto con ella
Iago, un antiguo compañero de clase, que hacía (y sigue haciendo) que todas las
mujeres suspirasen por él. Pero para Adriana, que vuelva a su vida se convierte
en una pesadilla: Iago le dice que ha secuestrado a Olivia y, que si no le
ayuda a meter en Galicia un importante alijo, la matará.
Y no cuento más, que ya he desvelado mucho. A medida
que Adriana va ayudando a Iago (quien tiene su puntito, si obviamos que es un
narcotraficante), va entrando en una espiral de secretos, mentiras y traiciones
de la que le va a resultar muy difícil salir bien parada. Y ella sabe que no va
a tener un final feliz, pero lo único que le importa es salvar a su hermana.
La acción va a más, el ritmo aumenta y las páginas vuelan en tus manos. La parte final me tuvo totalmente enganchada,
queriendo saber qué iba a pasar con Adriana, con Hugo, con Olivia e incluso con
Iago. Uno de los secretos lo
sospeché, pero otro ni siquiera lo intuí.
En definitiva, Un océano entre tú y
yo me ha gustado mucho, he
disfrutado con la historia y me ha mantenido en vilo hasta el final.