Título
original: The princess bride
Autor:
William Goldman
Traducción:
Celia Filipetto y Mar Vidal
Nacionalidad:
Norteamérica
Martínez
Roca, 2013
384
páginas
Tapa
dura
Precio:
18 euros
ebook:
No disponible
Argumento (contraportada)
Desde
la creación del beso en el año 1642 a. C., ha habido cinco grandes
besos que han sido catalogados como los más puros, los más
intensos, los más apasionados de todos los tiempos... El primer beso
entre Buttercup y Westley los superó a todos... Esta es su historia.
Mi
opinión
Hace
tiempo, Meg y yo comentamos que no habíamos leído El cuaderno
de Noah, así que decidimos hacer lectura simultánea en Twitter,
es decir, empezar a leerla el mismo día, e ir comentándola en dicha
red social, pero sin fecha ni obligación para reseñar (es más,
ninguna de las dos llegamos a reseñarla). Ambas disfrutamos mucho
con la experiencia (aunque no tanto con la novela, he de decir que,
en esta ocasión, me quedo con la película), así que cuando
hablamos de repetir con La princesa prometida, no lo dudé ni
un momento.
Después
se unió Isi, fan incondicional de la novela, quien creó unos
banners preciosos y movió masas para la lectura conjunta, y a quien
nombramos organizadora oficial para futuras lecturas, título que no
puede rechazar aunque quiera ;)
Y
creo no equivocarme si digo que todos los que participamos
disfrutamos mucho con La princesa prometida.
Voy
a hacer un breve resumen de los personajes:
Buttercup
es tonta. Sí, aunque una tonta muy tierna y a la que no puedes
evitar coger cariño.
Westley es el héroe indiscutible, la perfección en persona.
Después
están los mejores (para mí): Íñigo y Fezzik, y su
entrañable amistad. El primero, un maestro con la espada, y el
segundo, un gigante tontorrón.
Y
por último está William Goldman, el autor de la novela,
quien convierte a una versión de sí mismo en un personaje más.
La
princesa prometida comienza con una introducción en la que
Goldman te cuenta que él no es el autor, si no que hizo un compendio
del libro del autor original, quitando las partes aburridas. Y a lo
largo de toda la novela hace incisos y aclaraciones que, salvo en
alguna ocasión en que ha frenado el ritmo de la lectura, a mí me
han gustado mucho porque es un recurso muy original que le daba aún
más toques de humor a la novela. Porque sí, La princesa
prometida es una novela sobre el amor verdadero, de aventuras,
con malos malísimos, pero, principalmente, es una novela de humor,
porque tiene golpes buenísimos que yo he disfrutado mucho.
Los
diálogos son ágiles, mordaces, irónicos, inteligentes, divertidos.
En especial los de Iñigo y Fezzik, que son, como decía antes, lo
mejor de la novela.
Y
no quiero contar nada más de la novela, porque creo que se disfruta
más si no sabes muy bien qué te vas a encontrar y te dejas
sorprender por la historia y la manera en que Goldman nos la cuenta.
Sólo
quiero hacer una última aclaración, lo único que no me ha gustado
del libro. Y, por supuesto, es un simple consejo basado en mi
experiencia, lo que quiere decir que eres libre de decidir si hacerme
o no caso, pero me hubiera gustado que alguien me advirtiese a mí.
¿Y
qué es lo que no me ha gustado? El final. Pero no el final final, si
no el final después del final. Te estarás preguntando de qué
narices estoy hablando. Pues bien, sin contarte nada del final, voy a
explicártelo. Por un lado está el final normal, el cual sí me ha
gustado, le da un buen cierre a la historia. Y después hay un
capítulo extra, como si fuese el primer capítulo de la continuación
de La princesa prometida, y que sobra totalmente. No sólo no
me ha gustado nada, resultándome aburrido e insustancial, si no que
me ha dejado con mal sabor de boca, teniendo que releer el final
final para recuperar el espíritu de la novela y la sensación tan
buena que hasta ese momento me había dejado.
No
todas las ediciones tienen este capítulo extra, por lo visto lo
añadieron con el aniversario de no sé qué edición. Para mí, esas
últimas 70 páginas (sí, SETENTA, has leído bien) son únicamente
paja, y totalmente prescindibles. Llegados a este punto, creo que
queda claro mi consejo: No leas este último capítulo, ahórrate
media hora de tu vida, y quédate con un buen sabor de boca con el
final real.
Y
para no terminar mi opinión con lo único que no me ha gustado, y
que te lleves una impresión errónea, quiero finalizar diciéndote
lo siguiente:
Tienes
que leer La princesa prometida, es una historia muy buena, con
la que me he reído y realmente he disfrutado.
Valoración:
9/10
“La
vida o es una aventura atrevida o no es nada”.
Helen
Keller
Tras leer La princesa prometida, me entraron muchas ganas de volver a ver la película, y eso hice. He disfrutado mucho con ella, es una adaptación muy fiel a la novela (creo que el único cambio es que quien lee el libro al niño enfermo en el libro es el padre, y en la película, el abuelo).
Lo que sí puedo decir es que me he reído más con la novela, y que obviamente en el libro hay más detalles sobre los protagonistas, pero la película es perfecta y he pasado un rato muy bueno viéndola.
Os dejo el tráiler de la película, por si hay algún despistadillo que no la haya visto (aunque el tráiler no hace justicia a la película).