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martes, 10 de noviembre de 2020

Memorias de la ballena de Francisco Manuel Granado Castro


Hace seis años conocía a Francisco Manuel Granado, a Paco. Y no me refiero únicamente a que descubriera su prosa, si no que lo conocí a él en persona, en la presentación de su libro Regreso a Venecia en la Casa del libro. Ese día nos contó que escribía a mano "cosas serias", y que era frente al ordenador donde le salían las cosas divertidas. Y es que sus emails no tienen desperdicio, de lo divertidos y diferentes que son. Así que cuando me escribió hace poco diciendo que había escrito un nuevo libro y que si quería leerlo, no dudé en decir que sí. Y hoy os traigo mis impresiones sobre Memorias de la ballena, un libro que consta de tres relatos, conectados por el mar y las ballenas, y que me ha encantado. 



Título: Memorias de la ballena

Autor: Francisco Manuel Granado Castro
Mascarón de Proa, 2020
334 páginas
Tapa blanda


jueves, 14 de noviembre de 2019

Resumen de lecturas de octubre: especial Halloween, mes del terror

¡Hola! Hoy os vengo a hablar de mis lecturas de octubre. Fue un mes temático: Carla y yo nos liamos la manta a la cabeza y decidimos dedicar todo octubre a leer libros de terror. Me gustó la experiencia, aunque he de confesar que acabé un poco cansada de tantos relatos.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Yo soy la locura, de Andrés Ortiz Tafur




Título: Yo soy la locura
Autor: Andrés Ortiz Tafur
 Nacionalidad: España
Huerga y Fierro, 2015
178 páginas.
Precio: 15 euros





Caminos que conducen a esto me gustó mucho, así que cuando su autor, Andrés Ortiz Tafur, público y me ofreció su nuevo libro de relatos, Yo soy la locura, no dudé y acepté al momento: Esa portada me invitaba a encontrarme en su interior relatos originales, distintos, impactantes, y me he encontrado con todo eso y más.


Argumento

Los relatos de Andrés Ortiz Tafur se suceden como un ritual de las emociones, donde los sentimientos humanos se desplazan a través de una especie de locura que no es tal, pues todos y cada uno de los protagonistas de estos cuentos solo atesoran las debilidades y pasiones del ser humano. A partir de un cuadro de Emilio Maldomado titulado, Yo soy la locura, el narrador traza un universo literario único, a modo de territorio que él explora desde la incredulidad o la sorpresa que le transmiten sus personajes, siempre prisioneros de sus bajas pasiones, pues el sexo, el amor, la lujuria, el egoísmo o la infidelidad se nos muestran como enfermedades incurables. Aquí, el narrador juega a mostrarnos el mundo de la pareja como un solar devastado por el día a día y las necesidades irreconciliables del ser humano. Y lo hace muy al estilo de Raymond Carver (bajo el signo de un realismo sucio que, a veces, es muy cruel), pues en cada relato, finalmente, nada es lo que parece, y bajo esa sencillez de las situaciones cotidianas, que solo nos dejan ver una pequeña parte del iceberg (aplicando la teoría de Hermingway) se encuentra todo un largo y complicado tratado sobre el comportamiento humano, el del hombre y la mujer que, como dos antagonistas, en demasiadas ocasiones se obstinan en no darse una nueva oportunidad.


Mi opinión

Julio Cortázar dijo que las novelas se ganan por puntos y los cuentos, por KO. En todos los relatos (aunque unos me hayan gustado más que otros, como siempre ocurre en una compilación), Andrés Ortiz consigue una cosa que a mí me parece muy difícil y que es lo que más valoro cuando leo un relato: Ningún relato te deja indiferente.

Desde esas hormigas monjas en La cuadratura del círculo, que persiguen lo mismo por motivos diametralmente opuestos, pasando por El regalo que quizá no lo sea tanto, o esa incertidumbre que ya no te dejará vivir tranquilo aunque se vuelva certeza, como le pasa al protagonista de El ateniense, todos los relatos me han parecido originales, que parten de una idea muy buena y que el autor desarrolla de manera magnífica.


Cuando terminé el libro, no habría sabido decir cuál era mi relato preferido. Ahora que lo he dejado reposar un tiempo, lo tengo claro: aquel que primero me viene a la mente cuando pienso en Yo soy la locura. Y no, no es aquel que da título al libro (también muy bueno). Ni el primero, con el que te das cuenta de que estás ante un libro distinto. Tampoco el último, que es muy bueno y el colofón perfecto para acabar el libro, con esas dos hormigas que llevan el extremismo al extremo. Mi preferido es el penúltimo: Tu último deseo. Me encanta la manera en que lleva al protagonista a una situación límite partiendo de una situación cotidiana. "Te has prestado a ser la cabeza a la que apunta el revólver". Me parece el ejemplo de cómo a veces nos dejamos arrastrar y sin darnos cuenta, acabamos frente a un precipicio. Una historia que me ha gustado mucho y que, como decía, no se ha ido de mi cabeza.

En conclusión: Sé que a muchos no os gustan demasiado los relatos y preferís las novelas (cuando a mí me parece que los relatos tienen mucho mérito, pues condensan toda una historia en muy pocas páginas y, si es realmente bueno, te emocionará o no te dejará indiferente), pero si os gustan las historias originales, tenéis que dar una oportunidad a Yo soy la locura, no creo que os defraude.



jueves, 1 de octubre de 2015

La vida en minúsculas, de Gabriel Neila

Título: La vida en minúsculas
Autor: Gabriel Neila
Nacionalidad: España
Pigmalión, 2014
97 páginas.
Precio: 15 euros



Gabriel Neila, el autor, me escribió para hablarme de sus dos libros, y ofrecerme alguno si estaba interesada. La vida en minúsculas captó mi atención enseguida, el título me pareció muy sugerente; al fin y al cabo, la vida se compone de las pequeñas cosas, y un conjunto de relatos contando las vidas anónimas de los vecinos de una ciudad me atrajo enseguida.


Argumento (parte de la solapa interior)

Tenemos entre nuestras manos una "novela" que sólo en apariencia es modesta. Se trata de una colección de cerca de una veintena de relatos unidos por una temática común, con una estructura tan coherente que, más que un libro de relatos parece una novela cuyos capítulos son historias casi independientes contadas cada una desde un punto de vista narrativo propio. El estilo es espontáneo, informal, sobrio y rápido. Presenta una estructura perfectamente circular: empezamos con un escritor en busca de ideas para su libro; terminamos con la presentación de este mismo libro que tenemos entre las manos. Alberto Cifuentes, el narrador de La vida en minúsculas, es un escritor sin argumentos, que se siente eclipsado después del éxito obtenido con sus obras anteriores. Cuando comienza a escribir su primer libro de relatos, comprende que los vecinos de la ciudad donde vive tienen historias interesantes que pueden servirle de ayuda. No obstante, en Moraleda nada es lo que parece, y todo el mundo tiene algún secreto. Pero ¿hasta qué punto podemos fiarnos de Cifuentes? ¿Son reales las historias que nos cuenta? 


Mi opinión

El libro comienza con un prólogo extraordinario de Helena Cosano. Nos habla de la vida en minúsculas frente a la vida en mayúsculas (muy interesante su reflexión sobre cómo damos más importancia a las cosas grandes, cuando las pequeñas son las que conforman nuestro día a día y acaban siendo las realmente importantes), y nos cuenta en dónde vamos a sumergirnos con la lectura del libro que tenemos entre manos.

Después, en primera persona, Alberto Cifuentes (el álter ego de Gabriel Neila) nos relata su vida, en el punto en que se encuentra, lleno de apatía y frustración. Tiene que entregar a su editor el manuscrito de su libro de relatos, de cual no ha escrito ni uno solo. Frente al bloqueo que sufre, decide salir de su casa para dar una vuelta por el barrio. Durante ese paseo, piensa que la vida de sus vecinos es muy interesante, y que daría para escribir una novela. Y de ahí sale el germen de La vida en minúsculas. El escritor (y nosotros con él) se cuela en las casas y en las vidas de sus vecinos de Moraleda, y es cada vecino quien, en primera persona, nos cuenta un retal de su vida.


Me ha gustado ese juego de metaliteratura, no saber qué es real y qué inventado, hasta qué punto son la misma persona Alberto y Gabriel, qué tienen en común y en qué se diferencian. Meterte en el libro, y no saber quién deja de ser personaje reconocido, para ser un personaje disfrazado de persona.

Son relatos muy breves, independientes, pero al mismo tiempo interconectados. Son vidas simples, pero también complejas. Historias cotidianas, cercanas, reales. Sacamos nuestra vena cotilla, queriendo saber más, conocer a otro vecino más de Moraleda, averiguar lo que se oculta tras una vida en apariencia anodina.


En definitiva, La vida en minúsculas es un libro breve (no llega ni a las cien páginas), que me ha durado un suspiro y con el cual he disfrutado mucho. Y que me ha hecho mirar de una manera distinta a mis vecinos, pensando qué ocultarán cuando no nos damos los buenos días ni hablamos del tiempo en el ascensor. Y, por supuesto, me quedo con la vida en minúsculas, como decía al principio, son esos pequeños detalles los que realmente conforman nuestra vida, y si nuestro día a día se compusiera todo el rato de momentos grandilocuentes, estos acabarían perdiendo el significado y la importancia que les damos.


lunes, 23 de marzo de 2015

Cuarto menguante, de Jaume Palau

Título: Cuarto menguante
Autor: Jaume Palau
Ilustraciones: Antonio Luque
Nacionalidad: España
Silva Editorial, 2013
422 páginas.
Precio: 15 euros


Argumento (parte de la solapa interior)

Cuarto menguante es el desarrollo de una metáfora literaria y gráfica. Los relatos van adelgazándose en palabras, que no en intensidad, hasta convertirse en auténticos microrrelatos y sentencias cortas o semillas.


Mi opinión

Cuando el autor, Jaume Palau, se puso en contacto conmigo para ofrecerme su libro, me picó el gusanillo por su Cuarto menguante. He tardado en traéroslo al blog, porque nunca sé muy bien cómo reseñar un libro de relatos. He disfrutado mucho con Cuarto menguante. Como dice en la solapa, el libro, haciendo oficio a su título, va de más a menos, pero en la extensión de los relatos, no en la intensidad o lo que transmiten. A pesar de su escasa longitud, Jaume Palau sabe transmitir mucho con las palabras. Los relatos No debiste hacerlo o Mañana de reyes me tocaron la fibra sensible. Esa es mi vida me mostró una vida muy diferente a la mía… o quizá no tanto. Rebajas nos transporta a un futuro aterrador, no sólo por lo que cuenta, sino porque puede que sea el que nos espera. Y El libro del olvido me hizo soñar con un libro como el que nos descubre, y lo que pasaría si fuese real. Y por último, están las Semillas, esas breves historias contadas en un párrafo, una oración o una simple línea, las guindas perfectas para terminar Cuarto menguante.
Una de las Semillas me ha hecho especialmente gracia: <<Y dijo Dios: “No es bueno que el hombre esté solo”. Y creó los papeles.>>

Espero que os pique la curiosidad con Cuarto menguante como me pasó a mí. He disfrutado mucho con su lectura, me ha parecido unas veces original, otras divertida, y otras veces los relatos invitaban a la reflexión y se quedaban dando vueltas en mi cabeza. Tal vez por eso me dio una neura, y he creado un cuento con los títulos (por orden) de los relatos, y con una última frase que aúna el título del libro con el último microrrelato. Os lo dejo a modo de epílogo, de estos relatos que, unidos a las ilustraciones de Antonio Luque, no dejan indiferentes.


A modo de prólogo voy a contaros la historia de El joven que quería ser poeta, ejerciendo Un criterio propio para la búsqueda de las musas. Pero llegó a la Vejez y De  ninguna manera logró que éstas vinieran a él. Así se originó en su mente la Génesis de un asesinato. “Esa es mi vida” –pensó el joven–. “Tanto tiempo Gálata Sforza para atraer a las musas, y ahora mi sino será su muerte o la mía”. Así, Una extraña enfermedad infectó al anciano joven que quería ser poeta en Navidad, invadiendo cada Escena familiar de su hogar, con él y su escritura como únicos miembros de su familia. Empezó escribiendo en El libro del olvido (comprado en las Rebajas), sustituyendo la historia de El Wasa y su hundimiento por la de El sultán y el visir, quienes encontraron En la selva al corcel que les llevaría directos al Laurel, el oro y la púrpura tan ansiados por el sultán. “No debiste hacerlo” –le reprochaba el visir. “Alabe el mundo mi proeza” –replicaba el sultán–. “La decisión fue fácil. Cuando leí en el Manuscrito hallado en una botella la fecha del Fin de año, y que solo la Esperanza Violeta encontrada El día de abril del año 30 me libraría de la Nada y me poseería De las cosas maravillosas que anhelo aun a riesgo de acabar con el resto de la humanidad, no dudé en traspasar La puerta del éxito, pues no es verdad que El hombre es bueno por naturaleza, y no existe el Amor más allá de la muerte”. Mientras el anciano que ya no buscaba ser poeta si no encontrar a las musas para acabar con ellas reescribía su historia, fue interrumpido por El inspector de Hacienda, que buscaba el Progreso en su trabajo, siguiendo los mandatos de su padre y que Un buen hijo como él debía cumplir. Y aquí fue cuando la extraña enfermedad del ancianísimo ex futuro poeta se manifestó: Decidió acabar con todo y regalarle El libro que llevaba toda su vida escribiendo y que estaba incompleto. Al fin y al cabo, había Oído en la panadería cómo El entomólogo del barrio le decía al pandero que no había ninguna Casualidad en las Antípodas. Ni eso, ni ninguno de sus afanes en esta vida tenían sentido. En doce horas sería la Mañana de Reyes y él sería… ¡Al fin libre! Se dio cuenta de que por muchas Revoluciones que llevara a cabo, las Revelaciones que él buscaba jamás le serían desveladas. Y de esta manera, la noche de Reyes se llevaron a cabo las Permutaciones necesarias para que el poeta se fuera al Sahara  y encontrara un Final feliz a su historia, teniendo una Vida en pareja después de tantos años recluidos en su soledad autoimpuesta. A falta de hijos, se compró un perro al que llamaron Lázaro, y con ambos en su vida, fue El doble de feliz que como él siempre imaginó la dicha de las Familias felices. Y en vez de buscar a las musas, ya fuera para atraparlas, capturarlas, valerse de ellas o asesinarlas, dedicó sus últimos años de vida a La caridad, sembrando el mundo de Semillas, para que un día éstas germinaran, y no tener que dar la razón al sultán de su cuento con aquello de que El lobo es un lobo para el hombre y que la única meta en la vida es el éxito, pues éste fue demasiado esquivo para él de la manera como el anciano poeta se figuró en su juventud que era.


Y con la luna en Cuarto menguante brillando en la última noche del anciano sobre la Tierra, entendió que El Paraíso está en la mirada.

martes, 2 de septiembre de 2014

Caminos que conducen a esto, de Andrés Ortiz Tafur



Título: Caminos que conducen a esto
Autor: Andrés Ortiz Tafur
Nacionalidad: España
El desván de la memoria, 2014
98 páginas (estimación)
Precio: 12 euros
ebook: 1 €




El autor se puso en contacto conmigo, ofreciéndome su libro. La portada y el título me llamaron mucho la atención, así que acepté la oferta, y aquí os cuento mis impresiones.

Argumento
Relatos de personajes curiosos, de historias extrañamente normales o normalmente extrañas, para leer y releer. Un buen cuento es el que nos intriga, que no nos deja indiferentes, y mucho mejor si lo consigue desde la primera línea.
Incluye enlaces a entrevistas con el autor, voz de sus relatos, música y canciones.


Mi opinión
Caminos que conducen a esto es un libro que contiene 24 relatos, divididos en tres partes: La manguera apaga-sueños, Caminos que conducen a esto, y Condenados a sentir, con 8 relatos cada una de ellas.

No voy a hablar de los 24 relatos, porque sería una entrada muy larga. Os voy a contar la impresión general que han dejado en mí estos relatos.

El primero, La mujer barbuda, me gustó mucho. Y esperaba que todos fuesen así, pero un libro de relatos, es normal que unos te gusten más, y otros menos.

Hay relatos muy originales, que sorprenden, y con los que he disfrutado. Hay otros que me han gustado, hasta llegar al final, que o bien me ha dejado indiferente, o no me ha gustado mucho. Y en esas estaba, a medida que avanzaba en el libro: relatos que me gustaban, relatos cuyo final me decepcionaba, o relatos que me eran indiferentes.

Tal vez debería especificar que a mí me gusta que los relatos sorprendan, o me emocionen, o me diviertan, o me entristezcan. Es decir, que generen una reacción en mí. Por eso, aunque un relato no me disguste, que me deje indiferente no me aporta nada, busco que un relato no me deje al final al igual que estaba antes de leerlo.

Como decía, en esas estaba: con relatos que me gustaban, con relatos que no estaban mal pero cuyo final no me convencía, y con relatos que me dejaban indiferentes. Hasta que lees El tiro de gracia. Un relato desagradable, cruel, que produce una reacción visceral en ti. Aun ahora, no puedo decir si me ha gustado o no, pero puedo afirmar que es original y que en absoluto te deja indiferente. El autor busca impactar, y lo consigue.

Y llegamos a la última parte del libro, a los últimos 8 relatos englobados en Condenados a sentir. Y me han gustado todos, en especial El brazo de la lluvia, que habla sobre la rutina en nuestras vidas.

Así que aunque Caminos que conducen a esto tiene algunos relatos que me han gustado menos, la mayoría los he disfrutado, en especial los de la última parte, lo cual me ha dejado con un buen sabor de boca.

Los libros de relatos no los leo de una sentada, los voy intercalando con otros libros, porque no me gusta leer muchos seguidos, si no saborearlos poco a poco. Éste, en cambio, me ha durado sólo un par de días, los relatos son muy fáciles de leer, y cuando terminas uno, sientes curiosidad por ver cómo va a ser el siguiente.

La mayoría de los relatos de Caminos que conducen a esto son cortos, en dos-tres minutos los has leído. Y en general son distintos y originales, y me han gustado. Como suele ocurrir, unos más que otros, pero en conjunto, el libro me ha causado una buena impresión, así que sin duda os lo recomiendo.

En la página de la editorial (aquí) podéis descargar el primer relato y comprarlo en papel.

Valoración:

7/10
“Nunca vayas por el camino trazado,
porque conducen hacia donde otros han ido ya”.
Alexander Graham Bell


Si quieres conocer más novedades de 2014 pincha aquí

sábado, 13 de abril de 2013

Cuentos breves para leer en el bus 1


Título: Cuentos breves para leer en el bus 1
Autor: Varios
ISBN: 978-84-08-05494-8
Año publicación: febrero de 2013.
128 páginas
Editorial: Planeta. Colección Booket.
Libro bolsillo (rústica sin solapas)
Precio: 5,95 euros.
Ebook Amazon: 4,74 euros.




Ésta es mi primera participación como parte del equipo de redactores de Momentos de silencio compartido. Cuando vi el título del libro, no me pude resistir, supe que era para mí. ¿Qué mejor libro para empezar en el equipo de redactores, que Cuentos breves para leer en el bus, cuando mi blog se llama Leyendo en el bus? Aunque eso sí, adelanto que debería llamarse Cuentos breves para leer en la parada del bus, porque en el autobús, te da para leerte no uno, sino los 13 cuentos que componen el libro.


En el prólogo, Maximiliano Tomas, nos explica cómo ha elegido, de entre siglos de literatura, los 13 cuentos que componen la primera parte de Cuentos breves para leer en el bus 1 (ésta tiene la portada en rojo, la parte número 2, que se publica este mes de abril, tiene la portada de color verde). Y su selección ha sido, quitando a los contemporáneos, las producciones más breves de los mejores representantes del género.

Hace mucho que no leo relatos. Y no porque no me gusten. Por un motivo u otro, no ha caído ningún libro de este tipo en mis manos, hasta que vi Cuentos breves para leer en el bus, y no me pude resistir, la atracción fue instantánea. Es un género que me gusta mucho, y que creo que muchas veces está infravalorado. En muy pocas páginas, te mete de lleno en una historia, la cual realmente te emociona, o cuando concluye, te hace reflexionar durante más tiempo del que te ha llevado leer el relato. Al menos, eso es lo que me pasa a mí con los relatos que me gustan.

Cuentos breves para leer en el bus es un libro muy corto, 128 páginas, en una edición de bolsillo, con la letra grande y cómoda de leer. Quitando el prólogo, de media no son ni 9 páginas por relato, así que como podéis comprobar, tal y como reza el título del libro, son cuentos breves.

Además, el papel utilizado para la impresión del libro es 100% libre de cloro y está calificado como papel ecológico.

Sin enrollarme más, os voy a hablar de los 13 cuentos que conforman esta recopilación. Intentaré ser tan breve, clara y concisa como el libro, aunque no prometo conseguirlo.


1. RASHOMON, de Ryunosuke Akutagawa.

Un sirviente despedido, se debate entre seguir el camino honesto (y morirse de hambre) o dedicarse al robo y sobrevivir. ¿Qué camino tomará y cómo llegará a esa decisión?

He ahí la clave de este cuento, cómo el ser humano necesita justificar sus decisiones, cómo nos dejamos influenciar por los hechos para tomar una decisión clave en nuestra vida.

  
2. LA NADA, de Leonid Andréiev.

Un anciano está próximo a su muerte. Un diablo se le aparece, y le ofrece dos opciones: morir definitivamente, o vivir eternamente en el infierno.

Desde siempre, al ser humano le aterra la muerte, el desaparecer, el no saber qué hay (o no hay) o qué le espera cuando muera.  ¿Y si te ofrecieran otra salida? No la mejor, no la que esperas, pero te ofrecen vivir, conservar tu “yo” y no ir a la vacía, silenciosa e infinita nada. ¿Qué harías? Si las opciones son el infierno o la nada, la solución, a primera vista, parece fácil, pero no lo es tanto como lo parece. ¿Qué elige el protagonista de este cuento? Para saberlo, tendrás que leerlo. Pero tú, ¿tú qué elegirías? Piénsalo, no es tan fácil como parece. Lee el cuento, y vuelve a pensarlo.

El final de La nada, simplemente, perfecto.


3. EL BERGANTÍN HOLANDÉS, de Guillaume Apollinaire.

Un marinero hace escala en un puerto, y allí pretende vender un mono, un loro y tejidos hindúes. Se encuentra con un comprador, que le lleva a su casa para comprarle el loro, y para saber lo que pasa allí, tendrás que leer el relato.

Amor, dolor, venganza, supervivencia, misterio y muerte se mezclan en este relato. No está mal, pero me ha parecido simple, no me ha hecho reflexionar como los otros, y como he dicho al principio, eso es lo que busco en un relato.


4. ACEITE DE PERRO, de Ambrose Bierce.

El protagonista nos habla de su infancia, y de las profesiones de sus padres: Su padre, fabricante de aceite de perro. Su madre, se deshacía de bebés no deseados.

No sé lo que buscaba transmitir el autor con este relato. ¿Lo que a mí me ha transmitido? Una mezcla de asco, repulsión y pena. Tal vez, porque me imaginaba exactamente lo que el protagonista me contaba, y lo que yo leía horrorizada, él lo decía con toda la naturalidad del mundo. Y no sé qué es capaz de hacer el ser humano por sobrevivir, y más aún, cuando se deja arrastrar por su codicia. O tal vez sí lo sé, y ése es el verdadero problema, que preferiría no saberlo.

¿Te ha picado el gusanillo por saber qué narices cuenta el autor en el cuento? Pues ya sabes, te toca leerlo.


5. EN LA OSCURIDAD, de Antón Chéjov.

Un matrimonio está durmiendo en su casa por la noche. La mujer se despierta, y observa por la ventana de su habitación que un hombre entra por la ventana de la cocina. Asustada, despierta a su marido, a quien no se le ve muy preocupada. ¿Quién será el misterioso hombre que ha entrado en su casa?

Este cuento me ha dejado indiferente. Tal vez, en tiempos pasados, causase más conmoción, pero en la época actual, a mí, particularmente este relato no me ha causado ninguna sensación o impresión.


6. EL HIJO DE DÉSIRÉE, de Kate Chopin.

Désirée fue encontrada abandonada cuando era muy pequeña. Años después, se casa con Armand, y tienen un hijo. ¿Qué misterio esconde el pequeño?

Este relato nos transporta a un momento de la historia donde la esclavitud y el racismo estaba en pleno apogeo. No voy a decir nada más, porque la reflexión que me ha surgido a partir de este relato, os desvelaría el final. Solo deciros que, a veces, la naturaleza humana es muy triste, imbuida en esa crueldad e intolerancia propia, por desgracia, de muchas personas.


7. EL SILENCIO DE LAS SIRENAS, de Franz Kafka.

Este relato da una vuelta de tuerca a la historia de Odiseo, que para protegerse de las sirenas, se tapó los oídos con cera e hizo que lo encadenaran al  mástil de su nave; y más que hablar del canto de las sirenas, habla de su silencio.

Es una interpretación distinta, pues no siempre tenemos que creernos “la versión oficial” de un hecho, y al igual que la historia juega con los recuerdos y los hechos reales, nosotros podemos jugar con la historia, y crear nuestra propia versión de lo que en verdad ocurrió en el pasado.


8. DIÁLOGO ENTRE UN VENDEDOR DE ALMANAQUES Y UN TRANSEÚNTE, de Giacomo Leopardi.

Este relato, tal y como dice el título, es un diálogo entre un vendedor de almanaques y un transeúnte. ¿Volverías a vivir la vida que ya viviste, con todos sus dolores y placeres? ¿Preferirías vivir otra vida? ¿O no volverías atrás?

Curiosa reflexión sobre la vida humana, el azar, y no conocer el destino que nos depara. Y tú, ¿con qué te quedas? ¿Con el pasado, o con el futuro?


9. PIERROT, de Guy de Maupassant.

A la señora Lefèvre le roban en su  huerta, así que decide comprar un perro para protegerse. Acaba adquiriendo a Pierrot (porque no le cuesta ni un centavo). ¿Qué pasará con él?

Este relato me ha recordado a las campañas sobre los perros, que no son un regalo, y que no los abandones. No se puede tener un perro si no tienes la intención de cuidarlo, y menos aún abandonarlo, pero hacerlo “rascar las paredes” me parece cruel e inhumano. Pero supongo que es lo que pasa cuando la dueña del perro es tacaña e insensible a cualquier dolor que no sea el suyo propio. ¿Que qué es “rascar las paredes”? Para averiguarlo, tendrás que leer el relato. Advierto: no muy apto para amantes de los animales.


10. HOP-FROG, de Edgar Allan Poe.

 Un rey muy “bromista”, tiene un bufón enano llamado Hop-Frog. ¿Qué nueva broma ideará Hop-Frog para su rey?

Nadie como Poe para capturar la oscuridad del alma de los seres humanos. El relato tiene una mezcla de ternura y crueldad (prevaleciendo ésta última), que dudo que te deje indiferente.


11. SREDNI VASHTAR, de Saki.
Conradin es un niño huérfano de diez años, a cargo de su prima De Ropp, una mujer que detesta al niño y a quien no le disgusta frustrarlo <<por su propio bien>>. Conradin solo tiene una cosa en el mundo a la cual venera como a un Dios: su hurón Sredni Vashtar.

Hay gente mala en el mundo. Así, sin medias tintas. Aunque muchas veces las personas de su alrededor no puedan verlo. Así es la prima de Conradin, un niño que se aferra a su imaginación y a su hurón para sobrevivir a un ambiente tan malo. No voy a contar más para desvelar el final, solo decir que aunque a veces una reacción pueda parecer fría y demasiado tranquila, probablemente es la que tendríamos todos nosotros en su situación.


12. LA PIEDRA DE LA VERDAD, de Robert Louis Stevenson.

 Dos hermanos, junto a su padre el rey, van a visitar a otro rey vecino. Allí quedan ambos prendados de la hija del rey, quien les dice que concederá su mano a aquel que le lleva la piedra de la verdad.

Éste es uno de esos cuentos que te hace reflexionar, y mucho. ¿Cuál es la piedra de la verdad? ¿Realmente hay una única verdad, válida para todo y para todos? ¿Con cuál de las dos piedras te quedas, con la del hermano mayor o la del menor? Tal vez, la verdad de uno sea mejor que la verdad del otro (para mí, por lo menos, claramente es así). Pero en nuestra vida, solemos optar por la vía fácil, y no aquella que nos va a costar años de nuestra vida, y tantos sacrificios, cuando la otra solución parece tan válida y tan fácil de conseguir.


13. EL DISCO DE LA MUERTE, de Mark Twain.

Este relato, no por ser el último es peor que lo anteriores. Al revés, junto al de La nada, es el que más me ha gustado de todos ellos.

Un soldado le cuenta un cuento a su hija pequeña, un cuento que en verdad es la propia vida del soldado, quien se va a enfrentar a una dura situación.

De este cuento de verdad que no digo nada más, solo esto: Tienes que leértelo. La inocencia de los niños es impresionante, y cómo son capaces de ver el mundo de otra forma, y hacer que los adultos, a veces, seamos capaces de verlo a través del prisma de sus ojos. Este relato me ha emocionado de verdad, es precioso.


Recomendación final

Me ha encantado reencontrarme con el género de los relatos. Recomiendo a todo el mundo la lectura de este libro. Es verdad que algunos me han dejado un poco indiferente, pero en general, merece la pena, tiene unos relatos buenísimos, y considero su lectura imprescindible.

Muchas gracias a la Editorial Planeta por facilitarme el ejemplar

8/10
“Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. Baltasar Gracián

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