Tenía muchas ganas de
leer a Patricia Highsmith. Pero, como muchas veces ocurre, otras lecturas se
fueron colando. Hasta que por fin me estrené con ella, con la novela de la que
hoy os vengo a hablar: El talento de Mr.
Ripley.
Argumento
Mr. Greenleaf, un
millonario americano, le pide a Tom Ripley que intente convencer a su hijo
Dickie que está viviendo una bohemia dorada en Italia para que regrese al
hogar. Tom acepta el encargo, y de paso pone tierra por medio a posibles
problemas policiales, y encuentra a Dickie y a su amiga Marge, con quienes
establece una turbia y compleja relación.
Mi opinión
¿Qué decir de Tom Ripley?
Un personaje único. Apocado, ambicioso, introvertido, con un gran talento,
solitario, inteligente, extrovertido, estafador, un camaleón social y un
psicópata en potencia… o incluso más.
Tom
Ripley es el protagonista absoluto de la novela. Un personaje oscuro, con más
sombras que luces. No me ha caído bien, pero tampoco tan mal
como debiera haberlo hecho. Highsmith ha logrado que empatizse con él y que
incluso me preocupase por lo que le pasaba. Por una parte, quería que le pillaran
por todo lo que hace y, al mismo tiempo, me descubrí deseando que se librara.
Es
muy difícil sostener una novela en la que el protagonista no te genere ni un
poco de simpatía. Es muy complicado; pero la autora lo consigue sin problemas.
Tom es un pobre
desgraciado. Y nunca mejor dicho, porque es pobre, y también desgraciado. No
tiene el dinero para ser quien quisiera ser, y no es feliz siendo quien es. Por
eso, cuando conoce a Dickie, un nuevo mundo se abre ante él. Y cuando empieza a
ver que dicho mundo empieza a cerrarle las puertas, está dispuesto a cualquier
cosa para seguir en él, a cualquier precio.
Este libro puede tener
muchas lecturas, tantas como lectores. Y cada uno se fijará en una cosa
diferente. Yo os voy a contar las impresiones que a mí me ha causado. Tom
Ripley es un personaje tan complejo, que cada lector puede verlo y entenderlo
de una manera distinta. Para mí, lo que le caracteriza es que es una persona
que no se acepta a sí mismo ni la posición que tiene en la vida, y que no sabe
gustarse ni ser como querría ser si no es mediante la imitación. A eso se suma
el aburrimiento. Enseguida se aburre de las personas, de los trabajos
esporádicos que tiene, de las situaciones, de la vida que está viviendo,
incluso de sí mismo. Y por eso asume riesgos. “Como él decía siempre, el riesgo era lo que daba interés al
asunto”.

Conocer a Dickie supone para él un soplo
de aire fresco (aparte de que está enamorado de él, aunque no quiera
reconocerlo). Empezar a imitar su manera de ser, de vestir, de hablar, de
actuar, le acerca no solo a la persona con la que querría estar, si no a la que
le gustaría ser. Y lo que viene después, es el riesgo en estado puro, emoción,
euforia, adrenalina; la sal de la vida para Tom. Y lo que le gusta, además del
riesgo, no es vivir las cosas, si no saborearlas antes de que sucedan. “Se le ocurrió que
las cosas siempre le eran más gratas al experimentarlas de antemano que al
convertirse en realidad, y se preguntó si siempre iba a ser de aquella manera,
si (…) lo que hacía en realidad era experimentar o gozar por anticipado”.
Pero
voy a dejar que Tom se defina a sí mismo:
“Odiaba tener que convertirse de nuevo en Thomas Ripley, un don
nadie, odiaba volver a sus viejos hábitos, a experimentar otra vez la sensación
de que la gente le despreciaba y le encontraba aburrido a menos que hiciera
algo especial para divertir a los demás, como un payaso, sintiéndose
incompetente e incapaz de hacer algo que no fuese divertir a la gente durante
unos minutos. Odiaba volver a su auténtica personalidad del mismo modo que
hubiese odiado tener que ponerse un traje viejo, manchado y sin planchar, un
traje que ni cuando era nuevo valía nada”.
Me
ha gustado conocer a Tom. En la vida real no me hubiese gustado tanto, pero
así, en la distancia que ofrece un libro, y con la cercanía de meterte en su
mente, ha sido toda una experiencia. Y hablo tanto de Ripley
porque, aunque el libro tiene más cosas (intriga, rechazo de la sociedad a los
homosexuales, investigación criminal, engaños, sospechas, maldad…) el pilar que
sostiene todo es Tom. A medida que avanza la novela, y Thomas Ripley se va
metiendo cada vez más en una espiral de mentiras, quieres saber cómo va a
terminar todo, si la suerte va a sonreírle, o si van a terminar descubriendo
toda su red de engaños. Para conocer a Tom, saber lo que hace y cómo termina
todo, tendrás que leer la novela.
En
definitiva, Tom Ripley es un personaje complejo, único e inolvidable, al que
merece la pena conocer.
Termino con su mejor
lección. Las demás no recomiendo ponerlas en práctica:
“Algo había aprendido durante los últimos meses. Si uno deseaba ser
alegre, melancólico, pensativo, cortés, bastaba con actuar como tal en todo
momento”.
Valoración:
Libro versus película
Año: 1999
País: Estados Unidos
Duración: 139 minutos
Dirección y guión: Anthony Minghella
Reparto: Matt Damon (Tom Ripley), Gwyneth Paltrow (Marge Sherwood), Jude Law (Dickie Greenleaf), Cate Blanchett (Meredith Logue), Philip Seymour Hoffman (Freddie Miles), Jack Davenport (Peter Smith-Kingsley)
Productora: Miramax International / Paramount Pictures
Remake
La película es muy
distinta al libro. Me ha gustado, Matt Damon borda el papel de Ripley. Y el
final... menudo final, mucho más potente que en la novela.
Hay más libros sobre Tom
Ripley, y yo creo que la película coge cosas también de los otros, porque hay
dos personajes que en el libro ni se les menciona.
Hay cambios nimios (como
que Dickie, en vez de pintar, toque el saxo), pero hay otros cambios más
significativos. Por ejemplo, en el libro se insinúa (y se sabe) que Tom es
homosexual, pero no establece una relación con nadie, y en la película sí. O la
reacción de Marge del final, es diametralmente opuesta en la novela que en la
película. Y el cambio más importante para mí es cuando Tom se enfrenta a
Dickie. En el libro, el origen de ese enfrentamiento es psicológico, en la
película, es más bien físico. También tiene sentido, en una película no te
puedes meter en la mente de una persona igual que en un libro. Pero el cambio
no es tan sutil como pudiera parecer, porque en el film parece hasta
justificable lo que Tom hace.
Si no habéis leído el
libro ni visto la película, tal vez estéis un poco perdidos con lo que estoy
diciendo, pero no quiero revelar de más, es mejor que lo descubráis por
vosotros mismos.
En definitiva, una película
que difiere en bastantes cosas del libro en que se basa, pero creo que, en el
fondo, es una buena adaptación, porque la esencia de la novela sí la mantiene, aunque Ripley no sea el mismo (sí, parece una contradicción, pero es lo que me ha parecido). Y
las actuaciones, sobresalientes.
Os dejo el tráiler, pero os advierto que, para mi gusto, desvela demasiado: