1 día con Jordi Llobregat

Ayer, 18 de octubre, El secreto de Vesalio de Jordi Llobregat cumplió 5 meses de su publicación. Y lo celebramos con #1díaconJordi, contando en Twitter cómo es un día en la vida de Jordi, el cual tuvo la amabilidad de mandarnos fotos de su vida. Muchas gracias por ser tan cercano y participativo, ha sido un placer conocerte un poco más.

Para aquellos que no lo visteis, o por si os perdisteis alguna foto, hoy os traemos la entrada recopilatoria de #1díaconJordi:

1. Al igual que nosotras, Jordi también madruga, pero no lo hace por gusto (aquellos que lo hagan, muy normales no son, ¡con lo a gusto que se está a esas horas en la cama!).

“¡Arriba! 

Un pitido me asalta el oído y me dice que se acabó lo de dormir. 

Mi cuerpo no está de acuerdo”.

2. Se levanta con ganas y se pone a hacer ejercicio. Le cuesta, aunque luego le sienta de maravilla (aunque un día casi se durmió mientras corría).

“En el gimnasio. Una hora intentando no romperme 

las piernas mientras escucho podcats”.

3. Necesita café para ponerse en marcha, sin él estaría perdido.

“¡A desayunar! Café con leche delante del ordenador. 

Espera. ¿Está encendido o apagado?”.

4. Dice que desvaría mucho, pero habría que preguntarle al resto de su equipo si es verdad o una exageración.

“En pleno brainstorming. Me encantan los esquemas. 

Mi equipo lo sufre con resignación”.

5. Está claro que Jordi no tiene un trabajo monótono encerrado siempre en una oficina:

 “Visita de trabajo a un pueblo cerca de Valencia. 

Campos de arroz recién cosechados. 

Salir de la oficina es lo mejor”.

6. Jordi Llobregat es el director de VLC negra. Nos encantaría ir el año que viene (es del 5 al 15 de mayo), quien sabe si alquilaremos un autobús para los miembros de la “secta” y nos presentaremos allí…

“Reunión ilusionante. Ya estamos en marcha. 

Primeros pasos de VLCNEGRA 2016”.

7. Si vamos a Valencia (qué digo, CUANDO vayamos a Valencia), tenemos claro dónde iremos a comer: Al bar de Camarena, y Jordi nos hará de guía (ya no puede desdecirse, jeje).

“¡A comer! Aprovecho para hablar de proyectos. 

Hoy en el Mercado Central. A ver si tenemos sitio”.

8. No somos las únicas que perdemos la noción del tiempo en  una librería.

“En una librería. En busca de documentación o, como siempre, de cualquier cosa. 

De hecho ¿qué hago aquí?”.

9. Nos encanta meternos en la vida de un escritor y ver qué se cuece en su cabeza. No nos ha desvelado nada de su siguiente proyecto después de El secreto de Vesalio, pero sí cómo lo plasma en un papel.

“¡Por la tarde soy escritor! 

A vueltas con la trama de la nueva novela. Me estrujo los sesos”.

10. Jordi es un cafeinómano, nos ha quedado claro. Pero también que siempre está accesible a sus lectores y que es una persona muy cercana. Su Facebook es Jordi Llobregat y su Twitter, @JordiLlobregat.

“Otro café. Hora de contestar a los lectores, 

enviar correos, atender al facebook, esas cosas...”.

11. Tenemos permiso para hacerle preguntas capciosas, aunque nos contestará lo que se le ocurra, jeje.

“De acto literario. La presentación de un gran amigo. Risas. 

Voy a preparar una pregunta insidiosa”.

12. La siguiente foto la ha hecho para Todos somos Alianza su hija de 4 años, ¡¡y nos encanta!! Es una fotógrafa en potencia, quién sabe hasta dónde llegará.

“En casa. La cita más importante del día. 

Alguien me espera para jugar”.

13. Esta foto es nuestra preferida (junto a la anterior). La hija de Jordi, sin ninguna duda, nos ha conquistado.

“Tras la cena. Momento de lectura muy especial. 

Siempre me toca ser el pitufo bromista”.

14. El día de Jordi termina con un poco de calma. Quién pudiera disfrutar todas las noches de esas vistas.

“El día se termina. Recuerdo que a veces es bueno respirar. 

A punto de ir a la cama y ¡ponerme a leer!”.

Nuestro #1díaconJordi ha llegado a su fin. Nos ha encantado conocer más de su día a día, y poder compartirlo con los miembros de Todos somos Alianza. Jordi dice que ha sido un placer, pero queremos reiterar que el placer ha sido nuestro, y volver a darle las gracias por involucrarse tanto.