Título original:
Le dernier lapon.
Autor: Oliver
Truc.
Nacionalidad:
Francia.
Editorial:
Destino.
Edición
original: 2012.
Primera edición
España: 2013
517 páginas.
Rústica con
solapas.
Precio: 18,90 euros.
ebook: 9,49 €.
ISBN: 9788423347094
He de dar las gracias a Nora y a Lectora de tot, así como a la
editorial Destino, pues gracias a ellos conseguí este libro, al apuntarme a su
viaje-lectura y ser una de las ganadoras del sorteo. Un viaje que ha merecido
la pena, pues he descubierto cosas que ignoraba (y seguro que tú también,
porque si te hablo de policías de renos, o piensas en ayudantes de Navidad, o
no tienes ni idea de qué te estoy hablando)
Autor (información extraída de la solapa del libro)
Olivier
Truc nació en Dax en 1964 pero vive en Estocolmo desde 1994. Es
el corresponsal de Le Monde y Le
Point para los Países Bálticos, cubre temas de política y
economía, prestando especial interés a temas sociales y a las
minorías. Ha producido documentales de televisión y ha publicado dos
libros de reportajes. Ésta es su primera novela.
Argumento
El último lapón
comienza en 1963, en Laponia central, donde un anciano lapón esconde un tambor
de sus perseguidores, antes de que lo atrapen y lo quemen en la hoguera, donde
con su último aliento canta un yoik que es escuchado por otro lapón, que ya
sabe lo que tiene que hacer, él, su hijo, y el hijo de su hijo.
Luego nos lleva a la Laponia actual (formada por los Estados de
Noruega, Suecia, Rusia y Finlandia), donde un tambor que había sido devuelto a
Laponia y que iba a ser expuesto, es robado.
Poco después, un ganadero de renos es asesinado, y le cortan las
orejas, llevándoselas el asesino con él, tal y como se hace con los renos para
que no se sepa a quién pertenecen (pues en las orejas es donde se le ponen las
marcas distintivas de su dueño).
Klemet Nango, quien va a jubilarse pronto, y Nina Nansen, una joven
policía venida del sur de Noruega, son la pareja de policías encargados del
caso (aunque no los únicos), de dos hechos que, en un pueblo en donde nunca
pasa nada, no parece que sean casuales e independientes…
Os dejo el booktrailer de la novela por si queréis echarle un vistazo:
La novela
El último
lapón es una novela diferente. Empieza con el robo del tambor, y poco
después continúa con el asesinato y la mutilación del cuerpo, pero luego no se
adentra en una frenética búsqueda del ladrón del tambor y del asesino del
ganadero, si no que el autor se toma su
tiempo para adentrarte en las profundidades de Laponia, aparentemente tranquila
y pacífica, pero con muchos conflictos raciales que vienen desde hace años,
y que están enquistados en la población. Al estar conformado por cuatro países,
hay conflictos entre los noruegos, los suecos y, sobre todo, con los samis, una
tribu que no es muy estimada por algunos.
Poco a poco vamos conociendo a los personajes, no solo a la pareja de
policías protagonistas, sino también a los habitantes de Kautokeino, y algún
extranjero que ha llegado a esas tierras…
Para que la portada no lleve a engaños, avisar que en la novela no sale
ninguna niña. Es el símbolo de la inocencia, en contraposición al cádaver de un
reno. Pureza frente a maldad… ¿Quién
ganará la batalla?
Mi opinión
Como decía, El último lapón no se caracteriza por tener un ritmo
trepidante y muy ágil, así que si buscas esto en la novela, tal vez te parezca
un poco lenta. Pero a mí me ha cautivado
el ambiente que ha sabido recrear Oliver Truc, de una situación desconocida
para mí, y con la que he descubierto que existe la policía de los renos (sí, ya
sé que lo he dicho antes, pero es que me hizo mucha gracia cuando lo leí por
primera vez).
-¿Qué les trae,
pues, por aquí? ¿La policía de los renos? ¿Qué es eso? Nunca había oído hablar
de ella.
- Con un poco de imaginación,
podrá suponer para qué sirve.
Es una novela que hay que saborear poco a poco, pues te adentra
lentamente en ambos misterios, y en una cultura con unos conflictos muy poco
conocidos para mí.
Conocemos a Klemet y a Nina, los protagonistas de esta primera y única
(por el momento) novela del autor, pero le auguro futuro a ambos, pueden dar
mucho juego. Es más, el final de la
novela queda cerrado en cuanto a la trama principal, pero queda un tanto
abierta con respecto a la vida personal de ellos, te deja con ganas de
conocer más, especialmente del pasado de Klemet.
Luego hay otro personaje un poco ambiguo, André Racagnal, un excelente
y brillante geólogo francés, pero, como descubriremos, con un corazón muy negro…
«De igual manera, nunca podrían entender
que le gustaran las chiquillas muy jóvenes. Esa imagen tan bella de la pureza. Él
solo pensaba en mancillar esa imagen. A sus ojos, era el único comportamiento
racional. Esa pureza le angustiaba, le hacía sentirse diferente. Se sentía más
a gusto con personas ambiguas como aquel palurdo calculador o como ese policía
tan testarudo. Era gente que lo tranquilizaba, que le reconfortaba en su idea
de que el mundo era gris, injusto y cambiante».
También conoceremos a Aslak, un ganadero de renos a la antigua usanza,
que no utiliza las tecnologías modernas ni hace uso de los nuevos instrumentos
para cuidar de su ganado, si no que se vale de sus esquís y de su perro para
hacer el trabajo que otros hacen en motonieve. Un personaje muy misterioso,
cuya relación con Klemet desconocemos, pero que, poco a poco, vamos
averiguando.
A través de sus ojos, puedes ver cómo para unos el progreso significa ganancia mientras que, para otros,
progreso es sinónimo de pérdida. Y por desgracia, muchas veces, los
primeros suelen ser los ricos y poderosos, que imponen su punto de vista y su
estilo de vida a los segundos, sin importar todo lo que pueden perder por el
camino, pues solo les importa su riqueza, ser aún más ricos. «Hablaban de piedras, de minerales y de minas. Hablaban de
riquezas. Hablaban de progreso. Por lo general, esperaban provocar el
entusiasmo de los ganaderos samis y se solían sorprender al hallar sólo rostros
adustos. No lo comprendían. Allí donde ellos veían minas y lo que llamaban el
progreso, los ganaderos veían otra cosa. Veían carreteras que les cortarían sus
pastos, camiones que asustarían a sus renos y accidentes cuando los animales
tuvieran que cruzar las carreteras».
En El último lapón convergen un paisaje maravilloso y unas
espectaculares auroras boreales, con kilómetros y kilómetros de nieve; un
brutal asesinato con el robo de un tambor sami, símbolo de su libertad; conflictos raciales y odios ancestrales que a
la menor oportunidad salen a la luz y una confrontación en las maneras de vivir
de los habitantes de esta extensa población con el descubrimiento de personajes
oscuros que harán lo que sea para conseguir sus objetivos...
¿Qué significado oculta el
tambor? ¿Quién lo robó? ¿Y quién es el asesino? ¿Tienen relación ambos hechos?
¿Y qué buscan un policía, un político y un geólogo, y cuál es el precio que
están dispuestos a pagar para conseguirlo? ¿Lograrán averiguar la verdad los
protagonistas? Si quieres respuestas a estas preguntas, tendrás que leer El último lapón.
Recomendación final
En El último lapón te aguarda una novela negra nórdica (aunque su
autor sea francés) muy recomendable, que se aleja de las novelas convencionales.
Laponia te conquistará, y el estilo
del autor también. Al menos, conmigo, lo ha conseguido.
Valoración:
8/10
más negra es la noche”.
Henry Wadsworth
Muy conseguida tu cita final, muy propia para una novela negra nórdica
ResponderEliminarA pesar de las buenas reseñas me falta algo que me llame la atención y me anime a leerlo.
ResponderEliminarHa estado genial, pese a las dudas finales. Un beso.
ResponderEliminarComo a albanta, no me llama la atención, no sé el motivo. Pero sigo teniéndolo en cuenta y no lo descarto para lectura futura.
ResponderEliminarBesotes.
Justo ayer lo terminé. Me ha gustado bastante, aunque en algún momento le falta un poquito de acción. Sin embargo, la ambientación y lo que cuenta sobre la historia de los samis y su cultura, es muy interesante. Besos
ResponderEliminarYo este libro lo tengo descartado desde el principio, hay algo, no sabría decir el qué, que me tira para atrás. Ya sabes esas manías que nos entran a veces.... Besos.
ResponderEliminarNo espero acción trepidante en las novelas nórdicas, o situadas en parajes nórdicos. No tienen ese ritmo, creo que sería "contranatura". Le tengo ganas al libro, que cada reseña que leo, más me va apeteciendo.
ResponderEliminarGracias y un saludo!
Yo creo que hemos coincidido todos los participantes. Lo que aprendes de Laponia y de los samis es lo mejor del libro
ResponderEliminarBesos
Ay, no sé, una novela negra que puede ser un poco lenta... Me echa para atrás, la verdad.
ResponderEliminarUn besito.
Todos los que la habéis leído estáis bastante de acuerdo con esta novela.
ResponderEliminarEs verdad que progreso muchas veces es sinónimo de pérdida. Un beso.
Pues no me llamaba mucho, pero conforme veo reseñas empiezo a dudar. Un besote!!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo,.lo más interesante la ambientación y la cultura sami.
ResponderEliminarBesos
Con cada reseña, más me apetece este libro. Aunqeu con tanto pendiente, tendrá que esperar...
ResponderEliminarBesotes!!!
Me ha gustado mucho tu reseña,le tengo en el punto de mira desde hace tiempo,besotes
ResponderEliminarTomo nota de tu recomendación. Este libro se está viendo mucho últimamente. Besos.
ResponderEliminarDesde luego que se distancia de la novela negra convencional. Estoy leyendo buenas críticas sobre ella aunque hay algo que no termina de convencerme. Besos.
ResponderEliminarAl principio esta novela nos llamaba un poco más, pero después de leer tu reseña nos da la impresión de que se centra más en la sociedad y la cultura donde se desarrolla la trama que en todo el misterio del crimen, y reconocemos que eso nos da un poco de pereza.
ResponderEliminarEste lo quiero
ResponderEliminarMe apetece mucho leerlo, lo tengo apuntado.
ResponderEliminarMuy buen reseña, Teresa. La novela está dando bastante que hablar. La ambientación, como mínimo, es original.
ResponderEliminarUn abrazo,